A finales de 2019, la STM se puso en contacto con Motrec debido a un serio problema de productividad en el cambio de las llantas de los trenes del metro, el cual cuenta con cientos de vagones, cada uno con 8 llantas que necesitan ser cambiadas con frecuencia. ¿El problema? Todo se hacía de forma manual.

Las dimensiones de la zona de desplazamiento entre la bodega donde se almacenan las llantas y la estación de mantenimiento donde éstas se remplazan eran muy angostas como para permitir el paso de un vehículo de mantenimiento normal. El técnico tenía que llevar las llantas de ida y vuelta a pie, de una en una con una carretilla manual (tipo diablo, yegua o zorra) en la cual subía una llanta usada para llevarla a la bodega. Luego, recogía una llanta nueva y repetía el viaje de regreso. ¿La distancia total de recorrido para remplazar una llanta? ¡Casi 11 kilómetros!

Llevar a pie una llanta a la vez se demoraba una eternidad. Además, como la superficie del suelo es irregular, transportar la carretilla cargada se convertía en una tarea exigente y agotadora. La agencia de transporte quería automatizar esta tarea para que la jornada del técnico fuera más productiva y menos extenuante. Los ingenieros de Motrec fueron al lugar para evaluar el entorno laboral y las necesidades del cliente. Estos propusieron un tractor de remolque estrecho personalizado con dos compartimientos para llantas en la parte trasera. Este vehículo, de 29 pulgadas de ancho, puede cargar hasta 500 lb y remolcar 10 000 lb, con radio de giro cerrado de 71 pulgadas.

Ahora el técnico puede transportar con facilidad dos llantas nuevas o usadas a la vez, desde y hacia los vagones, sin necesidad de levantar llantas grandes y pesadas todo el día. Solo las hace rodar dentro y fuera de los compartimientos. Con solo presionar un botón, los compartimientos bajan hasta el suelo y luego se elevan con suficiente espacio sobre la superficie irregular.